El refugio prefabricado The Shack es una de las incorporaciones añadidas a la finca Hinkle Farm, situada en los alrededores de Washington DC. Esta pequeña construcción es un alojamiento rural perfecto para una escapada de fin de semana al sur de South Fork Mountain (West Virginia).
Este rústico refugio está colocado en una ladera con impresionantes vistas hacia las montañas. Se sitúa dentro de unos terrenos de casi 11 hectáreas, que antiguamente formaba parte de una finca aún mayor, creada por la familia Hinkle a principios del siglo XX. El sitio fue abandonado, dejando atrás la granja y el cementerio familiar.
Refugio prefabricado The Shack
El objetivo de este diseño era proporcionar un espacio que estuviera a medio camino entre una tienda de campaña, y una casa de vacaciones. Por eso supone una solución adecuada para quienes busquen un retiro donde hacer glamping.
Esta habitación en medio del campo ofrece la protección necesaria para unas mini-vacaciones. Está equipada con una cama, lavabo, ducha, y una terraza delantera. Probablemente la parte más alucinante sea su gran portón de aluminio y vidrio, que se desplaza hacia arriba, como la puerta de un garaje. Este sistema ofrece confort, mantiene las estupendas panorámicas sobre el paisaje, y proporciona una buena ventilación cruzada, gracias a la puerta lateral que tiene el refugio.
La habitación está colocada sobre una pequeña estructura, por encima del terreno, con el fin de protegerse de los roedores. La estructura del refugio es de madera, salvo la cubierta, que es de chapa metálica. Todo se preparó meticulosamente en un taller, y luego fue transportado y montado en el sitio.
Una construcción desenchufada
Debido a su ubicación tan apartada de la civilización, este pequeño refugio no tiene ni electricidad ni agua corriente. Así que en cierta medida es un retiro que implica volver a lo básico e imprescindible. Por la noche, la iluminación está resuelta con unas lámparas de aceite. Un pequeña estufa de madera sirve para calentar la habitación, proporcionar agua caliente, y poder cocinar.
El agua se consigue de un pequeño depósito que almacena y filtra las aguas pluviales. Mediante un sistema manual, luego se pasa a un tanque elevado, que distribuye el agua por gravedad hacia el interior del refugio.
El proyecto del refugio prefabricado The Shack fue realizado por el arquitecto Jeffery Broadhurst.