Siempre me gustó escribir sobre casas con diseños diferentes. Esta vez me encontré con una encantadora construcción llamada Quietude. En cierta medida recuerda a la arquitectura renacentista, pues esta pequeña casa palladiana se organiza siguiendo un esquema clásico, de planta con doble simetría. El encargo consistió en diseñar una residencia amueblada para una sola persona, pero con un presupuesto muy reducido. La solución llegó al analizar las funciones, y limitarlas a lo estrictamente necesario, siguiendo las directrices de una arquitectura sostenible y saludable.
Quietude: pequeña casa palladiana
La casa Quietude tiene una superficie de unos 28m2, además de un sótano de 9,3m2. Sus equipamiento se redujo al mínimo, pero tiene todo lo necesario para vivir de una manera sencilla.
El interior de esta pequeña casa palladiana está organizado alrededor de un espacio central, iluminado por una claraboya, y varias ventanas en fachada. En un lado está la cocina, que no parece faltarle de nada, y en el lado opuesto se sitúa un cuarto de baño completo (con bañera). El resto de la casa está ocupado por la sala y el comedor. La zona que hay enfrente de la entrada originalmente estaba destinada para la cama, pero la propietaria optó por colocarla en un altillo (loft). Ese cambio liberó dicho espacio, permitiendo colocar ahí la mesa de comedor.
Quietude tenía un presupuesto limitado a 28.000 dólares canadienses, por eso su diseño partió reduciendo su superficie al mínimo posible y necesario, siguiendo una filosofía sostenible. Está construida con madera, y de forma completamente artesanal. Los pisos, paredes y techos tienen un aislamiento R20 o superior, y debido a las temperaturas extremas del lugar, la cubierta es en realidad un doble tejado, con revestimiento exterior metálico. Es decir, que posee una cámara de aire. La casa se calienta por una chimenea alimentada con gas propano.
Quietude es una pequeña casa palladiana, diseñada por Henry Yorke Mann. Fotografías de Stuart Bish.