Villa Escarpa está situada en una ubicación privilegiada en Praia da Luz, un pueblo costero del Algarve (Portugal). La casa se encuentra en una ladera empinada con vistas al océano Atlántico. Esto obligó a los arquitectos a superar desafíos relacionados con la construcción en un terreno de difícil acceso. La licencia de obra obligó a respetar la huella de un edificio preexistente, lo cual dictó gran parte del diseño arquitectónico.
Arquitectura contemporánea y minimalismo en Villa Escarpa
El diseño de Villa Escarpa sigue un lenguaje arquitectónico limpio y contemporáneo. La estructura se compone de un volumen horizontal de color blanco y muy transparente que parece flotar sobre el paisaje. Está apoyado sobre una base más pequeña, por lo que se crean grandes voladizos. Esa base es una planta inferior donde está alojado el garaje y determinadas dependencias técnicas. Con este enfoque se minimiza el impacto de la construcción sobre el terreno, respetando el entorno natural. Los grandes vuelos y terrazas flotantes acentúan esta ligereza visual, siendo un sello distintivo de la arquitectura contemporánea.
La vivienda no solo impresiona por su estética minimalista, sino también por su funcionalidad. El arquitecto creó un equilibrio entre las formas simples y la conexión con la naturaleza. Esto dio como resultado una casa que fluye visual y físicamente con su entorno. La construcción en terrazas y patios facilita la vida al aire libre, y crea un entorno ideal para disfrutar de las impresionantes vistas de la costa del Algarve.
Espacios sociales conectados con la naturaleza
Uno de los puntos más espectaculares de la villa es la piscina que atraviesa la casa longitudinalmente. Esta piscina se extiende desde la cocina hasta los amplios espacios sociales, sirviendo como una frontera visual que divide los ambientes interiores y exteriores. Realmente la parte que queda delante de la cocina es una lámina de agua, pues tiene poca profundidad. Esta configuración hace que la cocina quede vinculada con las áreas exteriores. Las terrazas adyacentes, diseñadas para protegerse del viento sin sacrificar la luz solar, permiten disfrutar de las vistas panorámicas al océano desde cualquier punto.
La vivienda cuenta con una iluminación cuidadosamente planificada que potencia su espectacularidad. La lámina de agua se convierte en el corazón de la villa, donde se fusionan las actividades cotidianas con los momentos de relajación al aire libre. La sensación de apertura y fluidez caracteriza el área social, que cuenta con espacios amplios y conectados entre sí. Estas superficies son ideales para el entretenimiento y la convivencia.
Zonas privadas y patios íntimos
Villa Escarpa dispone de cuatro dormitorios, tres de ellos con baño privado. Estas habitaciones están ubicadas en una zona más íntima de la casa, separada del área social, y se accede a través de un pasillo que bordea un patio central. Este patio privado permite que la luz natural se filtre en los dormitorios, creando un espacio íntimo y agradable.
Este enfoque de diseño ofrece un refugio tranquilo para los habitantes, cuidando la privacidad y la conexión con el exterior. El patio central no solo actúa como un punto de iluminación, sino que también refuerza la relación entre el interior de la vivienda y el entorno natural, fomentando un ambiente sereno y privado.
Espacios exteriores versátiles
En los espacios exteriores de Villa Escarpa se ha cuidado tanto la funcionalidad como la estética. Cada área exterior está estratégicamente vinculada a una zona clave de la vivienda. Por ejemplo, la terraza que rodea la piscina desbordante está diseñada para ser un espacio soleado al aire libre. En cambio la terraza bajo una losa perforada de hormigón está destinada a comidas al aire libre, proporcionando sombra y frescura. La terraza en «L», que bordea el salón-comedor y algunos dormitorios, ofrece otro lugar de conexión directa con el exterior.
Adicionalmente, la casa cuenta con un patio privado (mencionado anteriormente). Está diseñado para momentos de intimidad, y se complementa con velas textiles que protegen del sol y agregan una atmósfera acogedora. Cada uno de estos espacios maximiza el uso del exterior, además mantienen una conexión constante con la naturaleza, algo que era primordial en el concepto del proyecto.
Diseño sostenible y respetuoso con el entorno
A pesar de los desafíos que representaba la construcción en un terreno tan complicado, el diseño de Villa Escarpa logró minimizar la huella ecológica de la vivienda. Los voladizos y la estructura elevada sobre el terreno permitieron que el edificio tuviera un impacto mínimo en la ladera. Sus terrazas refuerzan esta sensación de ligereza visual, manteniendo la armonía entre la vivienda y su entorno natural.
El diseño también responde a las necesidades climáticas de la zona. Se utilizaron materiales y formas que permiten controlar la exposición al viento y al sol, creando espacios habitables y confortables durante todo el año.
Imágenes de Villa Escarpa del sitio web de Mario Martins. Fotos de Fernando Guerra.