Golf House se construyó en Costa Esmeralda, a pocos kilómetros de Pinamar (Argentina). Es una ciudad balnearia situada al este de la provincia de Buenos Aires, conocida por ser punto de interés turístico, de alto poder adquisitivo. Este proyecto consiste en una vivienda de hormigón, colocada en el centro de una parcela de unos 1.000m2. Es un terreno elevado respecto a las construcciones vecinas, con vistas a un campo de golf y la vegetación silvestre.
Golf House
El encargo para la Golf House consistía en una vivienda de vacaciones que pudiera funcionar como residencia permanente. También era imprescindible que apenas requiriera de mantenimiento. El programa que el cliente deseaba incluía tres dormitorios secundarios, dos de ellos compartiendo baño; además se necesitaba una suite independiente del resto de habitaciones, y un taller de pintura.
La propuesta se materializó principalmente con hormigón visto, fachadas de vidrio, y algo de madera. Tiene una potente expresión horizontal, formada por 3 paralelepípedos dispuestos perpendicularmente entre sí. Cada uno de estos volúmenes sirve de contenedor de las funciones principales de la vivienda. El inferior se ha utilizado para albergar a las habitaciones secundarias, el intermedio para la zona más social (cocina+comedor+sala), y el nivel superior para la suite. Este último funciona como un refugio apartado para la pareja, muy conectado visualmente con el entorno, y con una terraza.
Una escalera exterior comunica la cocina con el ‘jardín’, pero dentro de la vivienda la escalera es única y lineal. Está colocada de manera estratégica, haciendo que todo el programa funcione como un reloj. Es cierto que paralelo a ella discurre un largo pasillo (volumen inferior), o que termina abruptamente en el piso alto. Pero salvando estos contratiempos, se puede afirmar que el programa de esta vivienda de hormigón está muy bien organizado.
Con muebles de hormigón y revestimientos de madera
Un aspecto interesante es que la Golf House tiene parte del mobiliario en hormigón. Un ejemplo de ello es la cocina, que posee encimera, estantes, y compartimentos hechos con ese material. Esto debió provocar un alto grado de complejidad durante su ejecución, porque muchas de las instalaciones van empotradas. Eso significa que se tuvieron que colocar antes de hormigonar.
Los revestimientos de madera que se han aplicado a los dormitorios, aportan algo de calidez a esos espacios. Pero el resto de la vivienda se mantiene en un tono muy industrial y frío. La disposición de los diferentes volúmenes que forman el edificio facilita la aparición de varias terrazas. Dos de ellas son accesibles desde el comedor (una a cada lado), y la última desde el dormitorio principal. Todas ellas tiene el piso con un bello entarimado de madera rojiza.
La vivienda de hormigón Golf House fue proyectada por el arquitecto Luciano Kruk. Fotos de Daniela Mac Adden.
[.editado.] A la vista me resulta impactante. Soy Ingeniero Agrónomo, y un ignorante en tema construcción. Mi comentario está sesgado hacia la «eficiencia Energética»….Con tanto vidrio y tanto hormigón, no resulta extremadamente caro «climatizar» este tipo de construcción..???
No tiene por qué ocurrir así, todo depende de la cantidad de radiación solar que reciba el interior del edificio. En este proyecto el arquitecto colocó protecciones en las ventanas: la superficie de hormigón vuela, para dar sombra en las horas donde el sol calienta más. Digitalizando el proyecto, y mediante el software apropiado, estos factores se pueden precisar muy bien, por eso es importante la localización y orientación del edificio.