-¿Cenamos al otro lado de la cascada de agua?
-Suena bien, pero ¿dónde?
La cita anterior bien podría haber ocurrido en la Piraeus Waterfall,… si se hubiera construido. Se trata de una idea que fue galardonada con el segundo premio en el concurso Torre Pireo (Piraeus Tower) para Atenas. Destacó por utilizar el agua como material de revestimiento de fachada. Es una implementación realizada de manera literal, para crear una gigantesca cascada en todos los lados de la torre. El agua desciende desde la parte superior, hasta el estanque que hay en la base.
Piraeus Waterfall
La Torre del Pireo es un edificio cuya estructura de 22 pisos llevaba más de 30 años abandonada. Se ubica en el puerto de El Pireo, el más grande de Grecia y uno de los más importantes del Mediterráneo. El concurso tenía por objetivo proporcionarle a dicha estructura una fachada que mejorara su relación con el paisaje urbano. Eso ayudaría también a enfatizar la “puerta” de entrada y salida que crea este lugar para Atenas. Por tanto, el proyecto ganador debería crear una piel impresionante para una torre antigua y en desuso.
La idea Piraeus Waterfall utiliza agua del mar para producir el efecto de cascada. Se vale de un depósito inferior, ubicado en el sótano, donde el agua se limpia. Luego se hace subir mediante bombas hasta la cubierta, a través de un eje vertical. En la azotea de la torre hay unos inyectores, repartidos por el borde superior, que son los encargados de volver a liberar de nuevo el agua.
Este concepto no deja de ser una solución bastante dramática, y natural. Pero habría que ver el impacto acústico, y “acuático”, que tendría en los edificios cercanos. También da lugar a una cuestión de vital importancia: qué cantidad de agua diaria se perdería en esta brutal fuente.
Piraeus Waterfall fue un proyecto creado por los arquitectos Danir Safiullin e Irina Prytkova.