Trepar a un árbol puede ser toda una experiencia, y más cuando lo que se busca es una buena vista del entorno. Un refugio-árbol facilita ese empeño, al tiempo que permite disfrutar de la naturaleza. Generalmente se trata de un espacio reducido, que resulta ideal para niños y adultos con espíritu joven. Las empresas que diseñan refugios para árboles lo dan casi todo hecho, teniendo el cliente solo que preocuparse de poner el árbol. Pero si eso no es posible, hay hoteles rurales que ofrecen alojamientos en bosques. Estos refugios suelen estar bien equipados, y con todo tipo de instalaciones.
BubbleTree: refugio-árbol cubierto con lona
Al refugio BubbleTree se accede sin mucha dificultad, por una escalera de madera. Alcanza una superficie de 6 metros cuadrados, y tiene una capacidad para 8 personas. Está diseñado para no interferir el crecimiento del árbol, por eso normalmente va instalado en la parte central del tronco. Una peculiaridad interesante es que la plataforma se puede combinar con otras, aumentando así la superficie del refugio.
La lona que crea la burbuja se puede plegar hacia un lado. Si se deja extendida muestra unas partes transparentes, para no perder del todo la visión del entorno.
Cuando conocimos este refugio, se vendía con burbuja (18.000€) o sin ella (15.000€). Además existía la posibilidad de adquirirlo en varios materiales y colores. Los accesorios incluyen hamacas, redes, chaise-longue plegable, sistema de iluminación, ducha solar, e incluso cesta de picnic.
Es probable que ya no aparezca información alguna sobre este refugio-árbol en el sitio web de BubbleTree. Esta empresa decidió enfocar su negocio en refugios sobre el terreno.