En este artículo analizamos una casa rústica de Galapagar que en poco tiempo se hizo famosa en toda España. Nos referimos a la vivienda que los líderes políticos Pablo Iglesias e Irene Montero compraron por 660.000 €. Pronto en las redes fue calificada de “casoplón iglesias”, “chalet podemita”, “mansión para refugiados”…
¿Es para tanto? ¿Qué estilo tiene? ¿Cómo se organiza el hogar de un político de la extrema izquierda?
El chalet está ubicado en La Navata, un área residencial a unos 30 minutos de la capital de España. Es una zona de la sierra madrileña, rodeada por espacios naturales protegidos, y atravesada por el río Gaudarrama. El terreno es ondulado, con fuertes pendientes en algunas áreas, y bastante arbolado, lo que facilita la privacidad de las construcciones.
Casa rústica de Galapagar (Madrid)
Este chalet rústico se construyó en el año 2001, y fue diseñado por el arquitecto español José Ignacio Rubio. Se trataba del primer proyecto de su autoría, tras haber estado colaborando años anteriores para diferentes empresas del sector. Rubio recibió el encargo para una vivienda unifamiliar rústica en La Navata, por unos propietarios abiertos a nuevas ideas. Pero había un requisito fijo: tenía que ser una casa de una planta.
El proyecto tan solo tiene dos dormitorios, pero alcanza una superficie construida de 222m2 (incluida la correspondiente a porches). Llama la atención que el chalet sea tan “pequeño”, si tenemos en cuenta que está en una parcela de 2.275 metros cuadrados1. Se mantiene en una línea moderna de creación de espacios, pero con un acentuado estilo rústico. Incluye una piscina convencional, de trazado irregular, que está adornada con grandes piedras en su perímetro. No es una piscina natural, como se ha escrito en algunos medios. El espacio exterior de la casa está organizado en diferentes niveles, adaptándose a la topografía del sitio. Se han utilizado grandes piedras, césped, y vegetación variada, para conformar unos exteriores muy cuidados. En definitiva, se nota que el anterior propietario era decorador.
Organización del chalet de Pablo Iglesias
La casa de Pablo Iglesias e Irene Montero tiene una doble entrada desde la calle: hay un sendero peatonal y otro paralelo para vehículos. Dentro, los espacios se organizan en dos volúmenes. Uno de ellos está alineado con el eje de la calle, y se corresponde con los dormitorios. La estructura del segundo volumen está girada, según la línea de máxima pendiente de la finca, y sirve para albergar las dependencias diurnas. En el punto de unión de ambos bloques se ubica la entrada principal, que posee un pequeño porche, y da acceso a un amplio vestíbulo.
La habitación más grande es el salón comedor (de casi 40m2), y está abierta completamente a la cocina. De manera muy acertada, esta zona de la casa es también la que tiene los techos más altos. En este punto es preciso aclarar que todas las habitaciones tienen techos inclinados, siguiendo las pendientes del tejado.
Desde el garaje también se puede acceder al interior de la casa, a través de una puerta de servicio de la cocina. No ocurre lo mismo con el despacho, que incomprensiblemente funciona como un espacio anexo del garaje.
Al otro lado del vestíbulo hay un pasillo, por el que se accede a los dormitorio y cuarto de baño. La puerta que hay al fondo es la del dormitorio principal, que tiene un amplio vestidor, y baño propio.
Como se puede apreciar en el plano de planta, esta casa rústica de Galapagar apenas dispone de espacios auxiliares. Junto a la cocina hay un lavadero, y ni siquiera hay aseo, pues esa función la cumple el cuarto de baño general. Por tanto, es justo señalar que el chalet de Pablo Iglesias está lejos de considerarse un hogar de lujo.
Decoración y algunas incógnitas
Ya hemos visto que, si tenemos en cuenta la organización y jerarquía de espacios, no estamos ante una casa de lujo. Pero si consideramos la decoración de interiores y exteriores, este proyecto está a la altura de lujosas mansiones. Personalmente he de confesar que el estilo rústico que se le ha dado a esta casa no es de mi agrado. Pero sí hay que reconocer el esfuerzo realizado en conseguir unos espacios acogedores, y con fuerte carácter. Destaca la conexión entre el vestíbulo de entrada y el salón, con un gran paño de vidrio por encima de la puerta. Y por supuesto el ambiente creado en la propia sala, con un equilibrado diálogo entre materiales, espacio, y luz natural.
Esta expresión rústica se ha trasladado también hacia el exterior. Eso significa que seguiremos viendo piedra y madera, tanto en el porche de entrada como en el de la parte posterior de la casa. En el jardín hay un curioso elemento diseñado por los dueños anteriores: una antigua tinaja convertida en aseo. Está acabada como si se tratara de una gigantesca bellota.
No cabe duda que la decoración rústica tiene un gran peso en este chalet. Vemos soportes, vigas, y hasta cerchas de madera, pero desconocemos si se tratan de elementos estructurales reales. Hay determinados detalles que invitan a pensar que más de uno de esos elementos sea exclusivamente decorativo (puro revestimiento).
Nota a pie de página:
- La superficie de la parcela es aproximada. Se ha conseguido con la aplicación Morpholio Trace, empleando una imagen tomada por satélite. ↩