La Casa G está ubicada en un paisaje natural del sur de Islandia. Mirando hacia el sur se puede ver el mar, mientras que por el norte se tienen las montañas. Por el este hay un glaciar, y por el oeste un barranco con un río. Fueron precisamente todos esos elementos naturales los que se tomaron de referencia, y así definir esta moderna casa de vacaciones.
Análisis de la Casa G
No hemos exagerando en absoluto durante la introducción de este proyecto. De hecho suele ser habitual que, a la hora de justificar una propuesta, el arquitecto recurra al entorno. Pero sí llama la atención que se haga con tanto énfasis:
Esos elementos crean el proyecto. Hay transiciones entre las vistas paisajísticas desde el norte, y el muro curvo que profundiza el foco hacia la costa, por el sur. Al girar de nuevo la vista al norte, hacia la montaña, se refuerza la panorámica, debido a la forma inclinada y curva del muro de madera. Hace de mediador entre las características del paisaje del norte y del sur.
Más adelante, el autor comenta que la inclinación del muro viene motivada por la presencia del glaciar. Por eso la única y gran ventana que tiene, no es otra cosa que un “cuadro” con la visión del glaciar desde el salón.
Su organización
El gran muro curvo recorre todos los pisos de la Casa G. En el interior ofrece una pared inclinada, revestida de madera, que es bastante impresionante, funcionando como telón de fondo de los espacios principales.
Planta baja
En el piso inferior se organiza la parte más vividera de la casa, con un espacio a doble altura que define la sala de estar. Junto a ella está la cocina, el área que sirve de comedor, y un aseo. El resto de dependencias se distribuyen en dos alas, una hacia el oeste, con dos habitaciones y un baño; y otra hacia el norte, con una pequeña habitación. Más allá hay un patio cubierto que conduce al cuarto de invitados (con baño), y el garaje.
El edificio tiene una entrada principal, y otra de servicio, por el lado oeste. También se abre hacia el exterior (por el norte) mediante una doble puerta.
Planta superior
El piso de arriba se limita a los dormitorios, y una sala con un gran balcón que mira hacia la costa. El dormitorio principal tiene dentro un baño, y un pequeño ropero. Los otros dos dormitorios son idénticos, pero se pueden transformar en una única habitación mediante un tabique móvil. En este nivel además hay un ajustado cuarto de baño con ducha, y la salida a una gran terraza, desde la suite.
Esta casa en realidad se organiza en tres plantas, una de ellas en un sótano, pero se desconoce exactamente el programa desarrollado bajo rasante. Solo tenemos constancia de unas fotos, de lo que parece ser un cuarto de baño y una sala. Todo lo demás que podamos decir son puras conjeturas.
Materiales y acabados
Esta moderna casa se construyó con hormigón (in situ), empleando texturas diseñadas expresamente para el proyecto. Se trata de un patrón inspirado en algunas características propias de las montañas islandesas, llamado studlaberg.
El muro curvo está revestido por ambas caras con madera de zebrano, muy preciada por su gran resistencia mecánica. Los tableros se prepararon a la intemperie, para tener el mismo deterioro (acabado) tanto por dentro como por fuera. Ese proceso tardó un año en completarse, entonces el envejecimiento se detuvo con una impregnación. Nótese que las tablas tienen diferente anchura, se hizo así para crear más diversidad en la fachada.
El piso de la planta baja y sótano está resuelto con piezas de blágryti . Es una piedra azul islandesa, aunque en realidad su color se asemeja más al gris oscuro. Este material ofrece un suelo con una textura impresionante, ejecutado con piezas sin juntas, de diferentes longitudes y anchuras. Este material también es utilizado para el revestimiento de paredes.
Para la planta alta se emplearon tablas de roble pretatadas.
La escalera de esta casa resultó ser un elemento bastante importante. Aquí el arquitecto creó un diseño que terminó siendo muy escultórico. La estructura de la escalera es de acero, pero está completamente revestida con piedra azul islandesa. Las piezas están unidas con juntas a 45º, de esa manera se obtuvo un acabado monolítico, dando la impresión de ser un bloque tallado. La barandilla de vidrio está perfectamente acoplada aquí, y muy presente en todo el proyecto.
La paleta de colores utilizada para esta moderna casa está sacada de la naturaleza islandesa.
La Casa G fue un proyecto realizado por Gudmundur Jonsson.
