La Casa Bluff (Bluff House) está encima de un acantilado de Montauk (Nueva York, EE.UU.). A su alrededor hay bosques, humedales, y agua, motivo por el cual el cliente pidió que mantuviera el mayor número de vistas posibles. También deseaba que tuviera un mínimo impacto en el paisaje. Esta construcción debía además funcionar con todas las comodidades de una casa de vacaciones en cualquier época del año.
Características de la casa
Bluff House es también una de esas casas de campo que resuelven con habilidad el desnivel del terreno. La entrada principal se hace por el nivel superior, justo al final de la pendiente de la colina. Pero lógicamente el garaje está situado en el nivel inferior. Hay un jardín delantero que marca el camino hacia la puerta, y un jardín trasero donde está la piscina. Esta fachada trasera es la que tiene las mejores vistas al mar.
La organización de esta casa se realiza en dos volúmenes. Hay uno para el salón, comedor y cocina, y otro para los dormitorios y cuartos de baño. Junto a una sala de estudio se ha colocado el dormitorio principal, que cuenta con un interesante cuarto de baño que tiene una ducha al aire libre (en una pequeña terraza). Los otros dos dormitorios están abajo, y comunicados entre sí, aunque mantienen entradas independientes. El análisis de los planos de planta desvela que la dirección de la escalera de acceso exterior continúa dentro. Eso hace que la cocina y escalera principal no estén alineadas con los ejes principales de la vivienda.
La estructura del edificio es metálica, y queda a la vista en muchas de las zonas. Aquí hay que señalar que el cuerpo de hormigón que forma la chimenea, también está colaborando estructuralmente.
Decoración de la Bluff House
En la Casa Bluff predominan los acabados de madera, tanto dentro como en el exterior. Las puertas de madera se ven robustas y de buena calidad, lo mismo que la barandilla de la escalera. Otro aspecto interesante es que la carpintería metálica de las fachadas mantiene el mismo acabado y color que la estructura. En líneas generales, se trata de una decoración bastante sencilla, pues lo más sofisticado lo aporta la propia arquitectura.
Los interiores de esta vivienda mantienen las paredes desnudadas, pues en ninguna de las fotos se ve un cuadro colgado. Y es que podríamos decir que aquí lo que decora son las vistas que quedan enmarcadas en las ventanas. Pero tampoco es una decoración minimalista, porque la arquitectura aporta cierto grado de sofisticación. Un ejemplo es el banco corrido de madera que hay bajo el ventanal de la sala principal. O todo el bloque de hormigón que define la chimenea.
El mobiliario de la Bluff House se ajusta bastante al de una casa de vacaciones. Muchas de sus butacas y chaise longue son precisamente para eso, para un uso temporal. Las mesas y sillas son de madera, y con un diseño bastante simple.
La Bluff House ha sido diseñada por Robert Young.