Mesa Atlas: el diseño de cristal que desafía lo práctico
La mesa Atlas (Atlas table) es de esos diseños que parecen más un reto escultórico que un mueble doméstico. Su tablero de vidrio templado de 19 mm impone, no por frágil, sino porque pesa como si quisiera anclarse de por vida en el salón. Las patas son un espectáculo: piezas de cristal apiladas, pegadas y pulidas a mano que parecen desafiar la lógica. En la versión de comedor, cada pata reúne 37 láminas de vidrio de 19 mm, todas atravesadas por una discreta varilla metálica que mantiene el orden en semejante locura. Cualquier otra mesa de cristal parece de juguete frente a este coloso.
Versiones y dimensiones de la mesa Atlas
El tablero de la mesa Atlas puede ser cuadrado, de 150x150cm, o rectangular, con largos que varían entre 220-240cm y anchuras entre 100-120cm. Todos estos modelos tienen una altura de 74cm. Da igual cuál elijas: seguirá siendo una mole de entre 80 y 150 kilos. Así que escoge bien el lugar donde la colocas, porque esta mesa no se hizo para caprichos decorativos. No es un mueble, es una declaración de intenciones.

Pero Atlas no se conforma con ser mesa de comedor. Por supuesto puede utilizarse también como escritorio, y hasta existe como mesa de centro. En esta última versión surge la excentricidad más inquietante: un tablero ligeramente curvado. Sí, curvado. ¿Quién decide deformar el único plano que debería ser perfectamente plano? Pues alguien con más espíritu escultórico que sentido práctico. El resultado es tan desconcertante como magnético: más instalación artística que mueble, y desde luego poco apta para apoyar un café tranquilo.

Una pieza exclusiva para fans del vidrio
El acabado puede ser el típico tono verdoso del vidrio float o el más puro extralight, casi sin color. Sea cual sea, Atlas juega con la luz y proyecta sombras como si estuviera viva. No necesita adornos ni manteles: es ella la que dicta las reglas. Una pieza que no se compra con la cabeza, sino con las tripas. O con la vanidad.
Si lo tuyo son las mesas de vidrio pero buscas algo menos escultórico y más funcional, podría gustarte más la mesa de comedor extensible Shanghai. Es otro ejemplo de cómo el cristal puede transformar un espacio, pero con un enfoque radicalmente distinto al de Atlas.
El genio inquieto detrás de la mesa Atlas
El responsable de este exceso es Danny Lane, escultor estadounidense afincado en Inglaterra desde 1975, cuando se formó con Patrick Reyntiens. En su carrera ha convertido el vidrio en obsesión, y en FIAM Italia dejó huella con la colección Atlas y la sorprendente mesa Shell. Atlas nació en los años 80 y comenzó a producirse en los 2000. Desde entonces sigue igual: mitad mueble, mitad escultura, una pieza que divide opiniones y no deja indiferente a nadie.